lunes, 18 de junio de 2012

El hombre que desayunaba 4 barras de pan y 6 huevos

¿Te imaginas ordenar el trastero de una casa vieja y encontrar los calzones XXL de un verdadero gigante? Es exactamente lo que le pasó a John Jardine, un británico residente en el Valle de Ribble, en Lancashire, que tropezó con esta ropa interior de proporciones desmesuradas cuando estaba haciendo limpieza en el desván de casa de sus padres.
Y lo mejor es que el propietario de ese salto de cama no es otro que, según reza en el bordado, Frederick Kempster, el famoso “Gigante de Blackburn”, según los historiadores el hombre más alto que ha pisado tierra inglesa en toda su historia.
Fred nació en 1889 en Londres y en 1911 ya entró a trabajar, debido a sus medidas, en un circo ambulante. Se dice que un desayuno normal para Fred era de cuatro barras de pan y seis huevos; y que era tan alto que podía encender los cigarrillos directamente de las farolas.
Fred viajó por el mundo con su circo pero fue capturado en 1914 durante una actuación en Alemania y acabó tras las rejas como prisionero de guerra, aunque se le puso en libertad porque no era capaz de luchar.
Murió de neumonía con sólo 29 años en el Hospital Queen Park, en Blackburn; y durante su estancia en el centro médico tuvo que reposar en dos camas puestas de manera perpendicular. Fue enterrado en el cementerio de Blackburn, donde tiene una tumba de 9 pies exactos de longitud (2,75 metros). Y es precisamente la tumba la que marca su altura.
Hay discusiones en torno a cuánto media Frederick Kempster. Los historiadores tienen pruebas de que al menos llego a los 2,40 metros, pero hace décadas que la hija del empresario de pompas fúnebres que lo enterró jura que su padre siempre había insistido en que el cadáver medía más de 2,60 metros.
El ataúd que hizo para Fred fue de 9 pies de largo (internamente) y como los ataúdes se hacían por entonces para tener sólo un par de pulgadas de espacio en cada extremo, bien podría ser verdad que, como sostiene la hija del enterrador, pasara de los dos metros y medio de altura.
Sin embargo, se tienen más certezas sobre la altura que sobre lo que hacía su ropa interior en casa de los Jardine, aunque su descubridor afirma que Fred habría visitado esa zona a menudo con un circo ambulante y se había convertido en amigo de su tío abuelo, que quizá le invitaría alguna noche a dormir en la residencia, olvidando la muda en un despertar precipitado. O dejándola adrede para ulteriores pernoctaciones.

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