El matrimonio entre primos ha sido injustamente criminalizado y solo en EUA la ley lo prohíbe con penas de cárcel en la mayoría de sus estados. Sin embargo, ni es malo, ni provoca daños genéticos en los descendientes, según defiende un científico que lleva 35 años estudiando el tema.
Alan Bittles, un investigador australiano de la Murdoch University, asegura que los primos que se casan entre sí no corren ningún peligro, sino que "haría bien" a los genes y el ADN.
El experto que ha publicado recientemente el libro ' Consanguinidad en contexto' defiende que todas las críticas alrededor del asunto no son más que un estigma, un tabú trasladado por las religiones, porque en realidad, el 10 % de la población mundial está casada con un primo de primer o segundo grado, y en algunas zonas -sobre todo en Asia o Medio Oriente- el porcentaje asciende incluso al 50%.
El riesgo de que los descendientes del matrimonio entre primos sufran enfermedades genéticas es muy raro, aunque reconoce que aumenta un 4 % la probabilidad de sufrirla.
Bittles, aclara, que este peligro se refiere a patologías muy raras, porque "el 90% de estos matrimonios entre primos no entrañan ningún peligro", según publica el portal de noticias científicas ' PhysOrg'.
El experto explica algunos grandes hombres, como Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, que estaba casado con una prima.
La práctica de matrimonios entre primos es mucho más antigua, porque los primeros hombres que migraron de África lo hicieron en pequeños grupos de cazadores-recolectores y es más que probable que dado el escaso número de opciones el apareamiento entre consanguíneos fuera normal", explicó el científico.
El matrimonio entre primos es un tema tabú en gran parte del mundo occidental. En Estados Unidos, 31 de los 50 estados están prohibido por ley, o lo permiten solamente bajo ciertas circunstancias.
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