Dos hombres van a un restaurante chino, y al entrar se sientan y esperan al mesero, cuando éste llega le preguntan cuál es el especial del día, a lo que el mesero responde:
- Aloz con lata.
Los hombres se miran y uno dice sorprendido:
- ¿Arroz de lata?
El mesero dice:
- No, aloz con lata.
El hombre vuelve a preguntar:
- ¿Arroz de lata?
A lo que el mesero explica:
- Con lata, la mamá de los latoncitos.
NUESTROS
Un día la esposa muy disgustada le dice a su esposo:
- Estoy cansada de tu sentido de pertenencia, todo el tiempo andas diciendo: mi casa, mi carro, mi esposa, mi televisor, ¿No habría alguna forma de que cambiaras esa actitud?
El esposo la mira y le dice:
BORRACHO
Una vez un borrachito va llegando al edificio donde vive, cuando está entrando y empieza hacer bulla se asoma su mujer por la ventana y le dice:
- Mi amor, ¿Te lanzo las llaves?
Y el borrachito le dice:
- Pues mi amor, la verdad que, lánzame el huequito para meterla porque es lo que no encuentro.
TARTAMUDO
Va un señor manejando a 160 Km por hora y lo para el inspector del tránsito y le pregunta:
- ¿Cuál es su nombre?
Y le contesta:
- Ja ja y me río.
El inspector molesto le dice:
- No se ría, sino me dice su nombre lo llevo detenido.
Y le dice:
- Ja ja y me río.
El inspector lo lleva detenido y lee la licencia de conducir que decía:
- Jaime Río, tartamudo.
MOSCAS
Una vez estaba un hombre matando moscas y en eso llega su compadre y le pregunta:
- ¿Cuántas moscas llevas?
El otro responde:
- Cinco hembras y tres machos.
- Es que tres estaban en la boca de una botella y cinco en el espejo.
¡RECÓRCHOLIS!
Yendo de viaje por la carretera, paré en una gasolinera para cargar combustible y aproveché para entrar al baño.
El primer retrete estaba ocupado, y pasé al siguiente. En cuanto me senté en la taza, el señor de al lado dijo:
- Hola, ¿qué haces?
No acostumbro platicar con desconocidos y menos en el baño, pero mi calidad de viajero incógnito me animó a contestar:
- Pues aquí, de viaje hacia el norte.
- ¿Y se puede saber de qué se trata? -preguntó el señor de al lado.
- Sí, claro -contesté un poco forzado-. No es ningún secreto, voy a Monterrey.
- Supongo que andas detrás de algún buen negocio, dijo el señor con seguridad.
- Sí, bueno -contesté totalmente arrepentido de haber dado pie a esta conversación-, eso espero ya que las posibilidades no son malas.
- ¿Sabes qué? -respondió enojado el señor-, luego te hablo, aquí al lado hay un idiota que responde a todo lo que te pregunto.
Limítense a hacer lo que corresponde de acuerdo al lugar en donde está:
Si va a la mesa, coma.
Si va a la cama, duerma.
Y si va al baño... ¡No hable!
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