Londres, Inglaterra.- En balcones y jardines de sus casas, algunos londinenses cultivan vid para crear su propio "vino urbano".
Durante unas vacaciones en Francia en el 2007, el experto en proyectos de regeneración urbana, Richard Sharp, descubrió el "espíritu comunitario" de los pueblos galos durante la vendimia, y se preguntó si no se podría hacer lo mismo en el Reino Unido.
En Londres, ciudad donde hay numerosos huertos caseros, mucha gente tiene vid, pero no sabía qué hacer con la uva. Entonces Sharp propuso a los viticultores aficionados que confiaran su cosecha a una cooperativa que se encargaría de encontrar una prensa para hacer vino.
Así nació Urban Wine (vino urbano). Tras una primera cosecha limitada en el 2007 (20 botellas de rosado), la idea se extendió rápidamente.
"Pensé que era un timo, que me sacarían dinero y huirían", explicó Ann Warner, una jubilada que en su jardín cosecha decenas de kilos de uva, con los que nunca sabía qué hacer. "Tratamos de hacer nuestro propio vino... ¡era asqueroso!".
En cambio, el vino hecho en Urban Wine no le disgusta.
"Merece el esfuerzo", asegura, al tiempo que toma una copa de "su" vino . "Lo mejor es que se puede poner en la mesa una botella con la etiqueta Chateau Warner, el apellido de mi familia".
Cada miembro puede personalizar seis botellas a cambio de una cotización anual de 230 dólares. Hoy, Urban Wine tiene más de un centenar de viticultores. Algunos contribuyen con 3 kilos de uva (el mínimo exigido); los más activos, con más de 100.
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